El Ballet Nacional de Cuba, una de las más prestigiosas compañías danzarias del mundo nos invita al mundo mágico del clásico La Cenicienta. Fundado y dirigido por Alicia Alonso, un ballet en dos actos y cuatro escenas. La obra destaca por su excepcional riqueza y colorido musicales, así como por suponer un reto para quienes lo interpretan. Una notable aceptación por parte del público, hasta consolidarse hoy día como una pieza imprescindible para cualquier amante de este sublime arte.

SINOPSIS:

LA CENICIENTA

Ballet en dos actos y cuatro escenas

Coreografía y libreto: Pedro Consuegra, inspirado en el cuento homónimo de Charles Perrault

Música: Johann Strauss (hijo)

Diseños: Armin Heinemann

La Cenicienta es la única música de Johann Strauss compuesta expresamente para un ballet, aunque otras obras suyas han sido usadas frecuentemente en obras coreográficas. El estreno de La Cenicienta, posterior a la muerte del músico, tuvo lugar el 2 de mayo de 1901, en Berlín.  El coreógrafo cubano Pedro Consuegra, siguiendo la tradición clásica de Marius Petipa,  presentó por primera vez una versión coreográfica de la obra en 1988, en la Opera de Marsella. Para el Ballet Nacional de Cuba, Consuegra revisó sustancialmente esa coreografía, y enriqueció los aspectos técnicos y dramáticos. Esta nueva versión, fue estrenada en La Habana el 9 de marzo de 1996.

Primer acto

La acción se desarrolla en el Gran Ducado de Luxenstein, en Europa Central. El Gran Duque Ottokar organiza un baile en los salones del palacio. Léontyne, una viuda extravagante y ambiciosa, hace lo posible por presentar en la alta sociedad a sus dos hijas, Yvette y Fanchon. Greta, apodada por ellas La Cenicienta, hija de un primer matrimonio del difunto esposo de Léontyne,  sueña con ir a la fiesta. Una anciana pide de comer y Greta le ofrece dulces, pero las dos hermanas obligan a marcharse a la mendiga. Léontyne aparece acompañada de Monsieur Toucour, el Maestro de Danza de la corte, quien  ofrece lecciones y se muestra enamorado de Yvette. Léontyne y sus hijas parten hacia el palacio. De repente, las paredes de la casa desaparecen y la joven se ve rodeada por hadas y palomas; entre ellas Greta reconoce a la anciana, quien le revela que ella es en realidad Rava, el Hada de la Justicia. Rava cumple los deseos de Greta de ir al baile, pero le advierte que sólo podrá estar en la fiesta hasta la medianoche. Cenicienta parte junto a su protectora, seguida por las hadas.

En el salón principal del palacio tiene lugar la fiesta. Sorpresivamente llegan dos damas misteriosas: son Rava y Greta, que fingen ser madre e hija. Todos los caballeros admiran la belleza de Greta y desean bailar con ella. Ante el asombro de la corte, el  príncipe pide bailar con Greta y le declara su amor. El Maestro de Danza propone continuar el baile al que luego se incorporan Greta y Gustav. Al concluir un vals, Rava recuerda a Greta que es hora de irse. La joven obedece con tristeza, y se marcha inesperadamente ante la consternación general. Gustav corre tras ellas, pero sólo encuentra una zapatilla, que Greta ha extraviado en su precipitada huida.

Segundo acto

Al día siguiente, Greta vuelve a sus quehaceres cotidianos.  Léontyne anuncia  que el príncipe va de casa en casa buscando a la dueña de la zapatilla, y que eso podría significar el matrimonio y la riqueza. El séquito llega a la casa y madre e hijas se prueban la zapatilla, sin resultado. Gustav se dispone a abandonar la casa, cuando aparece Rava y le indica que hay alguien más. Así comprueba Gustav que la pobre joven es la mujer de sus sueños. Léontyne, ocultando su rabia, corre hacia Greta con falsa solicitud. Rava la reprende y los novios parten hacia el palacio, donde habrá de celebrarse la boda.

En palacio se organiza una fiesta para celebrar el acontecimiento. Entre los invitados están Rava y su corte de hadas. Los novios bailan en medio de la alegría general. Léontyne, arrepentida de sus maldades, es feliz: Yvette va a casarse con el Maestro de Danza y Fanchon con Waldemar, tonto hermano del príncipe. Léontyne ofrece un regalo a Greta: las dos palomas que siempre fueron sus amigas, las que recobran su definitiva libertad.

BALLET NACIONAL DE CUBA

El Ballet Nacional de Cuba es una de las más prestigiosas compañías danzarias del mundo y ocupa un lugar prominente en la cultura hispanoamericana contemporánea.

El rigor artístico-técnico de sus bailarines y la amplitud y diversidad en la concepción estética de los coreógrafos, otorgan a esta agrupación un lugar relevante entre las grandes instituciones de su género en la escena internacional.

La compañía surge en 1948, con Alicia Alonso como principal fundadora y primerísima figura. En 1950 se crea la Escuela Nacional de Ballet Alicia Alonso, anexa a la compañía profesional. Desde los inicios, la línea artística del Ballet Nacional de Cuba partió del respeto a la tradición romántica y clásica, estimulando al mismo tiempo el trabajo creativo de coreógrafos que seguían una línea de búsquedas en lo nacional y contemporáneo.

Ya en esta temprana etapa, el montaje de las versiones completas de clásicos como GiselleEl lago de los cisnes Coppéliaestuvo acompañado de obras procedentes del movimiento renovador de los Ballets Rusos de Diáguilev, como Petruschka La siesta de un fauno; y de ballets creados por coreógrafos nacionales.

El advenimiento de la Revolución en 1959, marcó el inicio de una nueva etapa para el ballet cubano. Ese año, como parte de un nuevo programa cultural, se reorganiza la compañía con el nombre de Ballet Nacional de Cuba, y ha tenido desde entonces un auge vertiginoso, enriqueciendo su repertorio y promoviendo el desarrollo de nuevos bailarines, coreógrafos, profesores y de otros creadores en otros géneros relacionados con la danza, como las artes plásticas y la música. Junto al perfeccionamiento del repertorio tradicional, se ha incentivado un pujante movimiento coreográfico, con obras que se ubican dentro de los más significativos logros de la coreografía contemporánea.

Además de su intensa actividad en Cuba, donde ha logrado proyectar socialmente su arte a nivel popular, el Ballet Nacional de Cuba desarrolla anualmente un programa de giras internacionales, que lo lleva a escenarios de diversos países de Europa, Asia y América. Importantes galardones, como el Grand Prix de la Ville de París y la Orden «Félix Varela», de la República de Cuba, se suman a la aclamación de los más destacados representantes de la crítica especializada y a las distinciones recibidas por sus figuras, de manera individual, en concursos y festivales internacionales.

El Ballet Nacional de Cuba es la máxima expresión de la escuela cubana de ballet, que sobre la base del legado cultural que brindan varios siglos de tradición en la danza teatral, ha logrado una fisonomía propia en la cual esa herencia se funde con los rasgos esenciales de la cultura nacional.