Gediminas Tarandá nos presenta el clásico de la danza El Cascanueces por el prestigioso Ballet Imperial Ruso. Un espectáculo compuesto por 45 bailarines del máximo nivel artístico, muchos de ellos ganadores de prestigiosos concursos de ballet.

SINOPSIS:

Cada año contamos con la colaboración de muchas escuelas locales durante nuestras actuaciones, quienes preparan a sus niños para participar en el espectáculo.

Esto proporciona una oportunidad y una experiencia inigualable a los pequeños, sirve de gran atractivo para nuestras funciones y ayuda a crear nuevos públicos.

I Acto
Nos encontramos en una antigua ciudad en Alemania a principios del Siglo XIX. Es nochebuena y la gente se prepara para la fiesta. A la casa de los Stalbaum llegan los primeros invitados, entre los que se encuentra Drosselmeyer, un viejo chiflado, inventor de juguetes y amigo de todos los niños.

Drosselmeyer, disfrazado de mago hace un pequeño espectáculo, y enseña a los niños las muchas sorpresas que tiene preparadas. Pero a Masha le ha encantado un ju guete en especial: El Cascanueces. 

El reloj marca las 10, el baile se acaba, se apagan las luces…

Durante la noche, superando su miedo, Masha va a ver al Cascanueces, le abraza y se duerme con él. En su sueño, los ratone llenan la habitación guiados por su Rey. El valiente Cascanueces lidera a los soldaditos de plomo en la guerra, pero las fuerzas de los ratones son superiores.

Cuando todo parece perdido, Masha, haciendo acopio de valor, golpea al Rey y salva al Cascanueces, quien termina derrotando al Rey de los Ratones.

Drosselmeyer convierte al Cascanueces en un bello Príncipe. Desaparecen las paredes de la casa y nos encontramos en el ex tenso territorio de nieve. El Cascanueces-Príncipe invita a Masha al mágico palacio de sus sueños.

II Acto
Masha y el Príncipe navegan por el Reino mágico. Se encuentran con angelitos y muñecos, mientras la orquesta de los bondadosos enanitos toca unas bonitas melodías.

Pero al final de todo, el Cascanueces aparece de nuevo en manos de Drosselmeyer convertido en muñeco. ¡No puede ser que todo fuera realmente un sueño!

Ante la tristeza de Masha, con su varita mágica, Drosselmeyer convierte el sueño en realidad